miércoles, 29 de agosto de 2012

Algunos ya lo conocerán pt. 2

LAS COSAS DE CARLOS

Y entonces, Carlos volvió a casa tras 10 meses y 10 días de viaje por el mundo, agotado pero feliz, atrás de él uno veía unos cuantos “pocos” recuerdos: jarrones japoneses y egipcios, cuadros renacentistas franceses, tejidos africanos de colores, fina y brillante losa inglesa, cantidades de música caribeña y muchos otros. Pero el que más le atraía era el elegante escritorio ruso, que en los tiempos de los zares perteneció a una familia de noble linaje.
Rico pero de corazón limpio, Carlos descansaba, iba a visitar a sus familiares y amigos y a sus cosas siempre cuidaba. Siempre que volvía a casa las admiraba tanto o más que la primera vez que las vio.
El punto de mi historia no es contarles la maravillosa vida de Carlos, no señor. No es otro si no que relatarles lo ocurrido ese día. Un día como cualquier otro, despreciable en la historia, que tuvo un acontecimiento intrigante.
Llegando a casa, después de encontrarse con un viejo amigo al cual no veía hace años, Carlos notó un cambio. ¿Qué era? Estaba más vacía, faltaban cosas. De primera, los jarrones de la recepción ya no estaban. Los cuadros del salón habían desaparecido. Las estanterías de la cocina estaban desocupadas.
Subiendo la escalera no vio los preciosos tejidos colgados. Los discos no aparecían por ninguna parte. En fin, éstas y otras varias cosas ya no estaban, la ignorancia sobre la situación ya no incomodaba a Carlos, si no que ahora le desesperaba. ¿Un robo, quizás? Sí, era lo más probable.
Por último, se dirigió a su habitación, donde estaba su querido escritorio. Temiendo lo peor, abrió casi de golpe la puerta y, como era de esperarse, el rincón vacío confirmó su sospecha. Confundido, Carlos se sentó en su cama, con la mente bloqueada. Miraba a todas partes, paranoico.
“Para Carlos” decía por afuera el sobre. “Al parecer es una carta” pensó él al ver el pequeño objeto que yacía a su lado. No lo había visto antes. Entonces lo tomó, lo abrió y, dudándolo un momento, se dispuso a leer. La letra estaba muy cuidada, con curvas perfectas y de un azul cautivante.
Decía así:
“Querido Carlos:
Esta carta no tiene otro propósito más que el hacerte saber lo muy agradecidos que estamos contigo. Tu cuidado nos hizo generar un gran aprecio hacia ti. Desgraciadamente, nos sentimos cansados y deseamos volver a nuestros hogares, espero que nos comprendas.
Nunca te olvidaremos,
Tus cosas.”

Maravillado, Carlos leyó una y otra vez la carta. Ya no se sentía desesperado ni nada de eso. Miró por la ventana con una sonrisa, feliz de haberlas complacido.

lunes, 20 de agosto de 2012

Algunos ya lo conocerán

EL MICRERO

Debo hacerles saber que frecuento a mi psicólogo cada miércoles, por lo que estoy esperando siempre a las 16.30 la 321, en el paradero cercano a mi casa. Curiosamente, siempre me ha tocado el mismo conductor, Juan, un tipo simpático, casado, 3 hijos, ya está llegando a los 50. He hablado mucho con él, no sé si seremos amigos, pero le estimo bastante. Siempre que mi bip! no está cargada me deja pasar, se lo aprecio.
No tengo plata en mi tarjeta. Hoy me ha tocado otro micrero y no me dejó pasar.

martes, 14 de agosto de 2012

El hombre de la pala

Una noche de verano, José Gutiérrez fue atacado camino a su hacienda con una pala. El primer golpe dio en su cabeza, aturdiéndole e impidiéndole ver bien al agresor. Un segundo, en plena cara, le voló dos dientes y quebró otros tres, mientras el otro hombre repetía "esto es por lo que le va a hacer a mi hermano". Un último golpe le dejó inconciente en el suelo, mientras la abundante sangre  que salía de su boca se almacenaba en una pequeña posa, pegándose a su mejilla y oreja.
José despertó horas más tarde en la casucha de una vieja, su marido trabajaba para él. Ésta le lavaba la cara de la tierra y sangre coagulada cuando José se levantó de golpe y le preguntó quién había sido. Asustada, la mujer retrocedió. Le dio un nombre: Luis del Sol. "Lo voy a matar, voy a matar al hijo de puta" respondió el patrón y salió. Ya la luz de la luna se desvanecía y los gallos comenzaban a cantar.
A medio día, Luis del Sol fue encontrado agonizando entre unos matorrales con dos escopetazos limpios en el pecho. Las hojas y ramas secas crecían y se enredaban introduciéndose dentro de sus entrañas. Manolo del Sol lloraba desde muy antes la muerte de su hermano a manos de José Gutiérrez. Una semana antes.
Y de la nada, se me olvidó el mail de la otra cuenta
 Bueno, en palabras concretas, se me olvidó cómo acceder al blog que tenía antes (dondestaelbano.blogspot.com) por lo que me vi obligado a crear uno nuevo. Será más simple, menos jugo, no, el mismo jugo en verdad, pero ya no estará la muralla china con un cartel de WC como imagen principal. Y sí, el fondo es el predeterminado, me daa mucha paja en este momento editar todas esas cosas por lo que permanecerán así hasta que me digne a realizar el cambio.

Lo importante
Qué locura, eso no iba a ser un título en negrita, pero bueno (sistema de blog culiao automático). Lo importante es que haré el intento de publicar mis cuentillos y cosas así, algún que otro comentario sobre lo que sea, me gusta así, simple. Los que me conocen saben que me gusta escribir y no tanto leer, no sé nada de literatura en general, pero espero que disfruten las cosas que escribo. Antes de subirlas siempre les hago un filtro con la gente cercana, intento subir cosas que tenga como una especie de aprobación en general, por supuesto que no acepto críticas o comentarios (jajaja, soy muy chistoso, jajajaja) (puta, creo que estoy espanatando a la gente, pero bueno), así que si quieren díganme si les gusta o no, por qué o no, lo que sea, y por supuestro disfruten!